domingo, 15 de noviembre de 2009

Miranda!, miamor

Ale Sergi, de Miranda!
"Quiero volverme tan vulgar"

El líder de la banda más preuzgada de los últimos tiempos habla sobre sus comienzos, se cuestiona su historia y tira una acusación post causa de Cromañón. Por Facundo Lozano, que sí fue al Gran Rex.

Por Facundo Lozano

La Mano - nov/09




Pensar a Miranda! es indispensable. Más allá de escucharlos, disfrutarlos, odiarlos o vitorear cual enajenado sus estribillos, hay que pensarlos. Leo García, como voz especialista, hablando en Bien de Verano (programa de chimentos de Ángel De Brito) sobre El Musical de tus Sueños de Marcelo Tinelli. Alfonso el Pintor como cortina del programa de Viviana Canosa. El hecho de que usted, señora/señor, llegue a imaginar que de golpe y porrazo su hija/o ya sabe lo que significa una eyaculación en la cara. Cris Morena llenando de liberalidad lo que supo ser ultra conservador como Casi Ángeles: de repente en la tira de Telefé los rubiecitos de juguetería hablan de poligamia, política, activismo, amor libre y más. Rocío Marengo haciendo lo que puede en lo del cabezón cuervo con la canción más popular y armónicamente extraña de los últimos tiempos: Don. Todo esto, también, es responsabilidad de Ale Sergi, ese muchacho del Oeste al que más de uno le grita “puto” por la calle (“Me lo van a decir hasta que me muera”), el mismo al que cualquiera, por el cotillón, parafraseándolo a él, podría tildar de superficial o directamente de boludo: “Nosotros pudimos traducir lo que hacía Leo García o Los Látigos a un lenguaje que se podía ver por televisión y que la gente conectaba con lo que le resultaba familiar, y ahí se iban metiendo muchas cosas”, tira.

El Ale “de la gente”
¿Se imaginan a Ricardo Mollo midiendo su solo de guitarra contra el personal del local de música Underground y que, en ese contexto, fanatizado y obnubilado por la situación, también se encontrara Sergi como la voz cantante de un grupo llamado Espíritu Santo?
“Yo trabajaba en ese local y teníamos una banda. Todos admirábamos a Divididos y, de hecho, intentábamos ir musicalmente para ese lado. Aquel día prácticamente no pude cantar porque me colgaba mirándolo”. El cantante y compositor del grupo que, junto con El Otro yo, ha dispersado la mayor cantidad de mochilas con el nombre de creación, asegura que nunca le presentaron al marido de Natalia “Defiendo la leche a full” Oreiro y que, por timidez y miedo a que no lo recuerde, jamás le dijo nada.
“El problema que teníamos era yo. Me gustaba el género, escuchaba las bandas, pero no me salía. Hay cantantes virtuosos que no podrían cantar cumbia. Con las letras, por ejemplo, intentaba tener un vocabulario más “callejero”, pero lo que me salía era malísimo”.
Ale no es ningún boludo. Es consciente de absolutamente todo. O, al menos, intenta estarlo. Evidentemente supo tener claro qué no le cuajaba, y también cuáles son sus limitaciones.

El Ale “educadito”
Él entiende por su educación el no perder nunca la elegancia, frase que repite en distintas oportunidades como si fuera su mantra. Y acá aparece la inflexión del puritanismo que no pudo soportar la lírica tan poco hitera de, por ejemplo, El Profe, que logró instalar el lema anti Palermo “Quiero volverme tan vulgar” o “Quiero ser tu negro del camión”. Él se defiende: “Hay canciones que son más explícitas que las nuestras. Igual, no creo que haya una sola grosería en las letras. Son todas palabras que me enseñaron en el colegio, que aparecen en el diccionario de la Real Academia Española”.
Retomando un concepto previo. Muchos, no todos como dirían algunos, están al tanto del famoso “Es Miranda!, miamor” que uno de los pocos vocalistas afinados repite incansablemente en los recitales. Ok, si usted imaginaba que tenía que ver con un arenga o que simplemente había surgido en la espontaneidad del vivo, se equivocó: “Cuando vino Beck por primera vez a la Argentina noté que entre canción y canción se auto presentaba. Me pareció genial. Es algo medio cumbiero o de comedia musical. Pero la finalidad con la que empecé a hacerlo era para que recuerden el nombre del grupo, nada más. Por eso, lo repetía al final de cada tema”. Vieron, muy consciente todo.
La contradicción de los cerebros que trabajan con el pop es que suelen vender felicidad disfrazada con acordes mayores, armonías imbatibles o bombos en cuatro, pero la relajación, la diversión y el “viví sin pensar” que proponen sus melodías no suelen tener que ver con el ánimo del compositor megalómano. “Soy un maniático del control, y me encanta. Tiene su parte buena y su parte mala: aunque intento no ser maltratador a veces se me escapa. Me gusta estar bien, es el grupo que hicimos y quiero que me guste mucho”.
-¿Cómo hacés para “dejarte llevar”, como proponen algunas de tus letras, estando tan al tanto de todo?
-Hay momentos en los que me resulta divertido hacerlo. Pero es verdad que si no escucho lo que quiero, no me agrada, y hasta que no salga bien no paro. Cueste lo que cueste lo tengo que conseguir. Es un proceso y me parece natural no estar relajado todo el tiempo. Me imagino que todos los proyectos, desde ponerte un kiosco hasta mudarte, tienen situaciones que te ponen contento y otras con las que te querés matar. Depende de uno no dejarse abatir por eso al saber que lo vas a conseguir.
“Digámoslo, que se sienta en la piel”, canta en el nuevo corte (¿hecho en Roho?) Mentía de Es Imposible, último disco del grupo. Sergi es Miranda!, y no porque componga todo o porque sus compañeros no ayuden, nada que ver, sino porque se palpa cómo siente: lo que le molesta, lo que le jode y todo lo que hace para encontrarle la vuelta a los problemas.
Ale también comenta que aunque Alex Ubago, Moderatto y pronto Julieta Venegas (“No puedo decir nada porque son cosas de ella. Nos juntamos, hicimos algo, pero no sé qué saldrá”) entonan sus composiciones, nunca separa canciones para otros proyectos sino que se las muestra todas al grupo y se vota. Después, puede pasar que le regale los hits que le sobran a otro artista.

El Ale autocrítico
Quizás el dato más significativo para dar (dentro del vasto terreno de sus explicaciones) pasa porque del mismo modo en el que no duda en admitir qué aprueba de su banda, Sergi tampoco tarda en cuestionarse sin vueltas.
- ¿Cómo te acercaste a la cumbia?
- Escuché un compilado de Sr. Coconut que tenía, entre otras cosas, Los Pibes Chorros, Dick El Demasiado, Gladys (la bomba tucumana) y también otro que se llama Nuevos Ricos, que presentaba a María Daniela y su Sonido Láser. Después, acá me enteré de Zizek a través de Villa Diamante, y de ahí me conecté directamente con los discos de Damas Gratis porque era lo que tenía a mano. Supongo que hay otros grupos de cumbia villera. Los discos de (Pablo) Lescano me parecieron un delirio total, encontré un sonido distinto a la cumbia tradicional. Es música rara. Ésta es la parte romántica del asunto, pero también hay que pensar que estamos en Palermo Snob, y de un día para el otro este ritmo pasó de ser cool. Perfecta la hicimos hace bastante, pero no me quiero hacer el inocente, me hago cargo de eso.
Por otro lado, ya apartado del abordaje sociológico del asunto, dice que en la última época sentían que en los shows sonaba todo muy parecido, más que nada en los ritmos bailables, y que eso llevó a la decisión de hacer un disco más distinto, más tocado y con menos falsete de Ale.

El Ale “esclavo”
En una entrevista de presentación de Es Imposible con el periodista que camina por la vereda del rock, Bebe Contepomi, Sergi aseguró que eran esclavos de la banda, una definición aparentemente positiva. Ahora bien, el chiste irónico toma otra dimensión cuando se toman en cuenta el arte de tapa del disco y varios pasajes musicales del larga duración que, lejos de sonar maduros, parecen oscuros, tristes y arrepentidos. Ale explica: “Tampoco es tan grave. Trabajamos pensando en eso. El grupo como entidad ya se ha vuelto más grande que nosotros cuatro como personalidades. Hemos creado un monstruo, pero todavía… (se interrumpe). Por ejemplo, ahora quisimos cambiar y pudimos hacerlo. Y a la vez, sabemos que con Miranda! va a ser más fácil conseguir cuatro pantallas enormes para la presentación en el Gran Rex. O sea, mientras podamos hacer la música que queremos vamos a seguir. Después de 8 años y todo lo que pasó, por supuesto que surgen cosas (¿?). Sería ridículo decir que todo va sobre rueda, pero aprendimos, e intentamos ser conscientes de que es el mejor lugar para hacer lo que queremos porque finalmente todo surgió por algo que inventamos nosotros. Fuimos bastante abiertos igual, dentro de la propuesta quiero decir. Actuamos, bailamos, cantamos, fuimos al Maipo. Entonces, si algún día no tenés ganas de cantar, te concentrás en la ropa o el maquillaje”.
- Hablás de “monstruo”, que si bien es algo imponente, no se lo puede parar.
- No, no se puede.
- ¿No tiene nada de malo?
- Y, bueno, pero era lo que yo quería. O sea, vivir de la música. Supongo que si no me hubiese interesado conseguir esto me habría quedado tocando por mi barrio, pero cuando sacamos el primer disco fue como “A coger que se acaba el mundo”. Con el tiempo vimos lo que pasaba e intentamos enfrentar el nuevo desafío con dignidad, tratamos de hacerlo para ver qué pasaba. Por otro lado, no creo que hayamos hecho todo, pero qué se yo, puede que nos convirtamos en un grupo que toca cada dos años en el Gran Rex. Hace seis que se mantiene una especie de mini rutina que se ve interrumpida con alguna situación como la del Maipo.

El Ale de los pibes
- ¿Es errónea esta afirmación: nunca jamás, ni en el deseo más optimista, imaginaron ser la debilidad de los sub 18?
- No, para nada. Realmente me desconcierta. Por un lado, creo que en el pop siempre hay niños, pero es verdad que a partir de Sin Restricciones vinieron muchos más. Creo que tiene que ver con el cotillón, con los sonidos de celulares, pero en ninguna canción les hablo directamente a ellos. Nosotros no nos ofrecemos como un grupo para niños. Son ellos los que han elegido. A fin de cuentas, hay mucho de infantil en nuestras composiciones. Las encuentro muy redonditas, generalmente en acordes mayores. Porque las que más disfrutan son esas… las más “felices”, y como no nos da vergüenza cantar esas canciones de felicidad extrema, supongo es eso lo que los atrajo.

El Ale popular
Escuchar Miranda! con detenimiento, con auriculares, ponele, es como un Elige tu Propia Aventura de la música Pop. La de ahora y la de antes. “Hay maneras y maneras de traer cosas del pasado”, asegura. Y, después, retoma eso de no perder la elegancia. Es como si él, como fana de Leo García (a quien destaca como pionero) hubiese tenido la inmensa necesidad de comunicar múltiples discursos, y la indecisión o la ambición desmesurada lo hubieran obligado a condensar todos. Toma de la cumbia, del electro pop, del pop de chicas de los 60, de la psicodelia, la electrónica, el folk, el r&b: “Es lo que todos compartimos. Lo popular es la claridad en algunos mensajes estéticos y sonoros, es lo que probablemente entienda mayor cantidad de gente. Un ritmo, un bombo en cuatro, lo pueden usar desde Kylie Minogue hasta Plastic Man y va a ser completamente distinto el resultado. Está bueno rescatar de todos lados para generar una comunión musical y que después pase lo que pasa en los recitales, que casi siempre se arman medio fiestas”.

El Ale polémico
Puede que los atentos tengan en la memoria uno de los trabajos que Sergi realizó antes de que la Mentira explotara. Pero si no, sepa que fue sonidista en Cemento y que desde aquel tiempo lo une una relación de afecto con el ya procesado por la Causa de Cromañón Omar Chabán. Olvidándose de la enorme responsabilidad que acusa con cada palabra que dice a los medios, o quizás utilizándola en su favor, dice: “Me dio mucha lástima y pena lo que pasó. El castigo me pareció, como mínimo, desproporcionado. Lo más gracioso del asunto es que dos días después despenalizaron el consumo de marihuana y para mí hay tanta conexión en eso. Porque te olvidaste al toque de Cromañón. Fue un fraude y todos lo saben. Yo no le deseo el mal a nadie pero tampoco todo el mal a uno. ¡Pobre manager! Yo pienso en Damián (cumple esa función para ellos) y me parece una locura. Él forma parte del grupo, sólo que no toca un instrumento. Mirá si a nosotros nos pasa algo así y él va preso 20 años y en consecuencia nosotros nos vamos de gira, una locura. Pero nos fumamos un porro y seguimos adelante”.

Pepsi Music + Calle 13

Acá va la cobertura de la última fecha del Pepsi Music 09 que hizo Facu para el suple Espectáculos de Clarín. Y aprovechamos para poner, más abajo, la nota que él le hizo a los puertorriqueños de Calle 13 hace dos años para el Sí!

El día de la despedida
Pepsi Music. Los Cadillacs anunciaron su nueva separación. Calle 13 consiguió el mayor griterío.

Por Facundo Lozano
Clarín - 10/nov/09

Demasiada presión, ésa que dice "El tiempo pasa pronto y todo tiene su final", fue la canción que eligieron Los Fabulosos Cadillacs para editorializar el momento en el que Vicentico anunció la nueva separación de la banda. Ése fue el punto más alto, en cuanto a cantidad de gente y atención hacia el escenario, de un festival cargado de heterogeneidad musical y buenas sorpresas extranjeras. Eso sí, todo con bajo volumen, porque aparentemente es PRO que los recitales al aire libre casi no se escuchen.

Muchos se acercaron temprano a broncearse bajo el sol pleno del Club Ciudad de Buenos Aires por la cantidad de bandas buenas, nuevas o populares que tocaron el domingo en el Pepsi Music. Desde la puertorriqueña Cultura Profética, que ofreció su refinado reggae romántico, hasta los grititos ultra agudos de la cantante de The Ting Tings, pasando por la envidiable energía de Mäximo Park.

También estuvieron Karamelo Santo, Kapanga y Los Tipitos. Luego vino el desborde criollo que cura las heridas: los Decadentes generaron una mezcla de tribus concentradas en la fiesta y el baile. Y Jorge Serrano probó su reciente Alamut por primera vez en contexto de festival, y no se escucharon reproches.

Cuando casi nadie lo esperaba, un ucraniano de nombre Gogol Bordello tomó el escenario con su grupo de gitanos, y más allá del desconocimiento de su música en el país, el contexto dio perfecto, porque los coros de borrachos del calco de Frank Zappa pusieron a la multitud en onda. Después, los responsables de Sopa de Caracol se hicieron cargo.

En el medio, Dante Spinetta jugó La Guerra del Audio con el Gobierno de la Ciudad y puso el volumen bien alto. Y por si faltaban emociones retro en la jornada, en el escenario más pequeño del predio pero colmado de gente, adelantó el regreso de Illya Kuryaki and the Valderramas cantando Olvídalo.

Hacia el final del festival, Los Fabulosos Cadillacs se mostraron demasiado elegantes, muy ajustados aunque despertaron pogos, rondas de baile, trencitos y cantos desafinados. Quizás imitando al acotado y recordado primer discurso de Cerati para despedir Soda Stereo, Vicentico, al terminar, dijo: "Hasta siempre. Gracias. Chau."

Mientras tanto, Charly García, que está cada vez más parrandero, recorrió el back stage de los shows y llamativamente Residente, líder de Calle 13, salió con la espalda pintarrajeada con un enorme "Say No More". ¿Obra de García o simple acto demagógico? Los amigos de Pablo Lescano y Gustavo Santaolalla consiguieron el mayor griterío de todo el Pepsi: por el cantante, su hermana, y por supuesto, las canciones. "Vamo' a meterle hoy. Es domingo pero que se jodan", pidieron. Y se bailó. En el momento en el que René Pérez confundía los roles y se autoproclamaba como "la voz del pueblo", llegó Atreve te te y arregló el traspié.

Para los pocos que aguantaron hasta la medianoche, Catupecu Machu salió con su espíritu arrollador y cada vez más oscuro a estrenar Simetría de Moebius.

Foto: Matías Altbach


"Ser del under es pura actitud"
Con su segundo disco, Residente o Visitante, el dúo se pone un paso más allá de los estereotipos del reggaeton.


Por Facundo Lozano
Clarín - 4/may/07

Al igual que el reggaetón, Calle 13 es una banda exitosa, polémica y subestimada. Residente, el responsable de las letras y las voces, demuestra en una charla exclusiva para el Sí! que el proyecto, originario de Puerto Rico, tiene una seria autoconciencia sobre la frivolidad del mundo pop y los clichés machistas del género, antes comandado por Daddy Yankee. En su nuevo disco (Residente o Visitante) los invitados se llaman Gustavo Santaolalla y Vicentico, en un intento por abrir fronteras. Calle 13 excede el reggaetón, no sólo lo sobrepasa sino que lo mira desde arriba, lo pisa y lo escupe, propone fusilarlo y lo acusa de atrasado . Como letrista y voz cantante, Residente excede la figura de MC de la calle, rapero arrogante y misógino. Desde Miami, responde sobre su nuevo disco, que sale en la Argentina, donde demuestra su necesidad de estirar los límites de todo y todos: los conservadores que lo critican y el público que lo ama.

–Argentina es uno de los pocos lugares que Calle 13 no visitó. ¿Cuándo vienen?
–Estoy loco por ir para allá, no hemos ido porque estamos haciendo promoción. Tengo unos amigos en Rosario que me tienen al día de lo que pasa, porque son de los buenos, son teatreros. Es el único lugar a donde no hemos visitado. De seguro vamos a ir.

–En varias entrevistas vos definís el comportamiento de la banda como "underground". ¿Se puede sostener eso desde una multinacional y teniendo tanto éxito?
–El underground es una actitud, más que un sistema de difusión. Hay mucha gente que está en el
under pero no lo es, sino que simplemente no tiene la suerte de que alguien la patrocine. Por eso se ve tanta gente que en cuanto la empiezan a financiar pierde todo. El tema Atrévete te te fue hecho con esa actitud. Me decían que los coros eran muy largos, porque nadie se los iba a aprender y yo no les hice caso, es como un trabalenguas largo que todo el mundo memorizó. Sin ánimo de compararme, porque yo me considero nada, tierra que no produce, pero Björk es una artista que pudo mantener eso.

–¿Tuviste alguna historia de amor que no fuera aprobada como la que aparece en el Tango del pecado?
–Ésa que pasa en la canción y en el video. La que sale en el clip es mi novia y todavía no he conocido a sus papás. Aquí se armó un gran despelote cuando yo me puse a salir con ella, que fue Miss Universo en el 2001. Es una tipa súper brillante, que está en otra onda en la vida. La gente tiene una visión diferente de ella, se creen que está en otro viaje y entonces a mi me veían como un proxeneta. Se pusieron a hablar mierda de nosotros, alguien dijo que nos íbamos a quemar en el infierno.

–O sea, que el tema no hace otra cosa que describir lo que estás viviendo.
–Sí, es lo que me pasa ahora. De lo de quemarme en el infierno, de ahí saqué el coro. También le tiro a la prensa, les digo que la Real Academia yo se la dejo a España, porque me decían que me expresaba mal, que hablaba mal y decía malas palabras. También a mis suegros: "Desde el infierno, abran paso que llegó el yerno". Con eso me jodí, voy a tener que esperar dos años más para conocerlos.

–¿Cómo entrenás tus letras?
–Todo el tiempo me paso practicando. Además de improvisar en el carro, siempre estoy escribiendo y pensando a nivel de rap. Es diferente escribir un rap a una balada, son 1000 palabras en vez de 200. Yo me paso buscando maneras, métodos de no repetirme. Obvio que me repito, pero intento no repetir formas de rima o de ideas.

–El machismo en el reggaetón es moneda corriente y ustedes se ponen en el otro extremo. Pero en el clip de Atrévete te te caen en la misma bolsa...
–El tema del machismo y feminismo es algo que tengo bastante resuelto, porque tengo cuatro hermanas, una de ellas es mayor y me traía fuerte con tener los cuidados necesarios. Latinoamérica es bastante machista. Atrévete te te se trata sobre un tipo de mujer, sobre un estereotipo, que piensa de la misma forma, se viste igual, vive de la misma manera. Bien podrían haber sido hombres.

–En el tema que cantás junto a La Mala Rodríguez se nota un poco más tu postura en contra de la misoginia.
–El tema con La Mala es bien sexual y la idea era no representarme fuerte a ese nivel, pero ella
quiso que también lo sea. Entonces me puse en el rol de antihéroe, porque ningun reggaetonero diría "acabo rápido y la tengo chiquita". Además estuve leyendo a Judith Butler, una intelectual de la Universidad de Berkley en California, que escribe sobre conflictos de género y es magnífica.

–Tenés estudios universitarios en artes. ¿Te discriminaron por eso?
–Al principio, como no tenían la posibilidad de agredirme por ningún lado, ésa era la lógica. Pero
tan pronto yo les tiraba las letras, que son de calle y para nada pretenciosas, abandonaban las ganas de molestar. Yo me crié en un lugar donde algunos de ellos también se han criado, soy de clase media baja, mi madre es telefonista. Lo diferencia es que yo estudié y ellos no.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Programa: 7 de nov

Marcelo Ezquiaga + Sandro + Violencia en el cine (Elephant, de Gus Van Sant)




Marcelo Ezquiaga por Roberto Camarra

Lista de temas
Alta Fidelidad, José Miel
Yo me acuerdo, Flor Maleva
Hay una guerra, Gabo Ferro
Decorado, Marcelo Ezquiaga
Carne, Marcelo Ezquiaga (en vivo)
Formas de hablar, Marcelo Ezquiaga (en vivo)
Nada más, Sandro
Sigue buscando el sol, Sandro
Semáforos, Marcelo Ezquiaga (en vivo)

Primer programa: 31 de oct

Juan Ravioli + Manal + Travesti + Nairobi + All that Jazz






Juan Ravioli por Roberto Camarra




Lista de temas
Yo me acuerdo, Flor Maleva
Alta Fidelidad, Juan Ravioli (en vivo)
Maldición, Juan Ravioli (en vivo)
El rumbo del brujo, Travesti
Calibre 44, Travesti
Avellaneda Blues, Manal
Avenida Rivadavia, Manal
Channel 12, Nairobi

viernes, 30 de octubre de 2009

Debut

Ansiosos? Nerviosos? Impacientes? Desesperados?

Ya llegó, ya está aquí!!

Hoy empieza la tercera teporada de Alta Fidelidad (rock + cine) Cuando el sábado le gana la discusión al viernes, de 00.00 a 01.30 por radio América, AM 1190. También nos podés escuchar en http://www.estoesamerica.com/.

Para comunicarte con el programa, escribínos a altafidelidad@amradioamerica.com o a altafidelidadradio@gmail.com

Acá va un adelanto de nuestro primer invitado, el gran Juan Ravioli, y su hit/cortina del programa.

Nos (re)presentamos

Con aspiraciones considerablemente fuera de su alcance, desde Alta Fidelidad queremos reivindicar aquel mito del arte como resistencia. Porque no toda canción ni película puede adquirirse en una góndola de supermercado, pretedemos encontrar producciones que se peleen contra el conservadurismo estético.

Sin la seguridad de ganar la batalla pero con la confianza de los inconscientes, nos proponemos ir en contra del no hay nada nuevo bajo el sol que plantean los vagos y aburridos. Por eso, creemos en la nimia posibilidad de que Alta Fidelidad no muera nunca (epa!), que exista más allá de nosotros, pero siempre sostenido por la deformidad, la rebeldía ya no entendida como sexo, drogas y rock and roll, la ternura y sobre todo las ganas de unir las líneas (parafraseando el término futbolístico). Y que la marginación del arte independiente se convierta simplemente en un cliché.

Hay otra escena, y no está tan bajo tierra.

Por eso, en cada emisión presentaremos shows en vivo, acústicos, entrevistas, informes dedicados a escenas musicales, segmentos especiales sobre artistas, columnas de cine, top fives y rescates de discos, entre (muchas) otras cosas.



Idea, conducción y producción general: Facundo Lozano
Especialista en terapias cinematográficas: Roberto Camarra
Experto en musicalidad: Lucas Garófalo